En tiempos de hiperconexión emocional, donde las redes sociales aceleran los vínculos y las respuestas instantáneas parecen determinar nuestro valor, recuperar el eje personal se vuelve un acto revolucionario. THE OBJECTIVE se pone en conacto con Antonella Carvajal Santacroce, Coach Internacional de Vida y Liderazgo (ILC Academy, Miami, 2021), guía espiritual y especialista en gestión emocional y autenticidad, quien propone un cambio de paradigma: aprender a vincularnos sin perder el centro, sin abandonarnos. «Tener el foco en ti al conocer a alguien es no olvidarte de ti misma mientras se abre una nueva conexión» afirma Carvajal Santacroce. Y no se trata de egoísmo ni de construir muros, sino de presencia consciente: «Es recordar que eres energía, que tu bienestar, tu claridad y tu paz interior son tu responsabilidad. No algo que se delega al otro».
Según la experta, mantener el foco en una misma se traduce en acciones concretas que pueden parecer pequeñas, pero que construyen una gran diferencia. Entre ellas:
- No poner tu vida en pausa por alguien que recién llega.
- Escuchar lo que sientes sin minimizarlo.
- Preguntarte con honestidad: ¿Esto me aporta o me desvía?
Estar en ti es no desconectarte para encajar. Y esa coherencia interna se vuelve magnética: La presencia que nace de quien ya no busca completarse con el otro, sino compartir lo que ya está lleno, sostiene.
Pon límites: del miedo al amor propio
Al iniciar una relación, establecer límites puede generar temor: ¿y si parezco fría, distante, poco disponible? Pero Carvajal redefine el concepto: «Los límites no son rechazo, son una declaración de amor. Amor a tu dignidad, tu paz interior y tu verdad». La clave está en la raíz desde donde se trazan: los muros vienen del trauma; los límites, del autoconocimiento. Y es que saber qué te hace bien y qué no resuena es imprescindible para no repetir patrones que nos han hecho perdernos en el pasado, afirma.

Autoestima frente a la indiferencia
¿Qué pasa cuando el otro no responde como esperábamos? Ahí, dice la coach, aparece una oportunidad de oro: «En lugar de buscar hacia afuera, regresa a ti. Hazte mejores preguntas: ¿Quién soy? ¿Qué me está mostrando esta relación? ¿Qué necesito aprender?», tener el foco en ti y no en el otro. Entre las herramientas para sostener la autoestima destacan:
- Hablarte con compasión, no desde el juicio.
- Volver al cuerpo y a la respiración.
- Rodearte de personas que te recuerden tu valor.
- El silencio del otro puede ser el eco necesario para escucharte más fuerte. Lo que no es recíproco no es fracaso: es redirección.
Un punto sensible, especialmente en las primeras etapas de un vínculo, es diferenciar si estamos buscando aprobación o conexión genuina. «Cuando hay validación, hay ansiedad. Cuando hay conexión, hay paz», resume con contundencia Carvajal Santacroce. La validación necesita aplausos. La conexión, verdad. Una verdad que puede incomodar, pero que siempre libera. Conectar es expresarte sin máscaras, sin miedo a irte si el vínculo no te nutre.
La paz de no mendigar amor
Quizás una de las señales más claras de evolución emocional es esta: no actuar desde la necesidad de ser elegida, sino desde la certeza de que ya te elegiste a ti misma. «La seguridad interna no grita. Se siente», afirma Carvajal. ¿Cómo se manifiesta?
- No hay urgencia por agradar.
- Puedes poner límites sin culpa.
- Tu valor no depende de ser elegida por otro.
Actuar desde la seguridad es dejar de competir, de esperar, de ceder tu verdad para encajar. Es habitar tu esencia sin negociaciones. Y cuando eso sucede, lo magnético aparece. No como una estrategia, sino como una consecuencia natural de ser tú, sin filtros. Como concluye la especialista: «Cuando te eliges de verdad, atraes vínculos que también eligen desde la conciencia, no desde la carencia».